“El búho y el zorro”
- NARRADOR: Era una tarde de otoño en un bosque algo retirado de la
ciudad. El bosque era enorme y estaba cubierto con un manto de hojas diversas
que daban un color espectacular y hermoso al paisaje. Allí entre el barullo
otoñal se encontraba nuestro primer protagonista, un joven zorro con las orejas
puntiagudas, los ojos pequeños y un pelaje que se mimetizaba con el entorno.
-
BUM:
¡¿Eeehhh?!, ¡¿Eeehhh?!, ¡tú! ¡Tú, el de gafas!, aquí, estoy aquíiiii….
-
DON LEANDRO:
¿Eeeh, cómo?? Aaah, eres tú, joven zorro. ¿Qué quieres?, ¿Qué te ocurre?, ¿A
qué vienen todos esos gritos y siseos? ¡Cómo osas interrumpir mi grata lectura!
-
BUM: ¿Lectura?
Pero, ¿qué es eso de la lectura? ¿Para qué sirve? Si solo son palabras que
otros escriben cuando no saben qué hacer con su vida, cuando están aburridos,
cuando están tristes, cuando su pareja les ha dejado…¡Son palabras que
describen hechos que no son reales!
-
DON LEANDRO: (risas) ¡Ay, pequeño y joven zorro!
Puedes tener algo de razón. Pero en realidad hay diferentes géneros literarios
donde los autores expresan diversos sentimientos: tristeza, amor; a veces son
libros de ficción, otros son de historia o de guerra… Por eso tienes que elegir
el que más te guste, o incluso leer uno que no te guste mucho, pues aun así
seguro que encuentras algo positivo. Yo por ejemplo estoy leyendo un libro de
los animales que me pueden comer, y te puedo asegurar que no me gusta lo que estoy
leyendo…(cara de terror...)
-
NARRADOR: Bum no quedaba muy convencido con las palabras que le
decía Don Leandro. Le miraba algo atónito porque no llegaba a comprender por
qué la lectura podía enseñar algo. Bum estaba algo cansado y comenzaba a tener
hambre. Después de la charla de Don Leandro su apetito comenzó a rugir en sus
tripas. Se despidió del viejo búho que se quedo ahí postrado en su rama y con
su viejo libro y anduvo en busca de alguna presa que se pudiera llevar a la
boca.
“Si tu sabes leer
lo que yo pongo aquí, entonces sabrás elegir el camino por donde has de ir.
El camino de la
izquierda frondoso y bello es,
el de la derecha
oscuro y destartalado está,
más no te dejes
llevar por las apariencias pues equivocado estarás.
Incierto,
tenebroso, misterioso es
pero más seguro
y recto el de la derecha será”
El joven zorro consiguió leer y descifrar
aquel cartel y comenzó a creer que la lectura puede enseñar un gran saber.
Aunque puede ser algo pesado, aburrido o cansado el leer, solo hay que buscar
aquella lectura donde las palabras nos entretengan, las historias nos diviertan
y donde la interpretación nos enseñe una nueva lección.
Bum
agradecido a Don Leandro no perdió más tiempo, y en vez de pasarse las horas
holgazaneando debajo de los árboles se iba con el viejo búho a descubrir las
inmortales historias que guardaban aquellos viejos libros, sacando de cada uno
de ellos una nueva enseñanza que le ayudaba en el día a día.
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